EXTRAÑO REGALO
- Kaótika Luna
- 15 oct 2019
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 17 oct 2019
EXTRAÑO REGALO
María, una chica normal, que una noche cualquiera sale de fiesta y conoce a un chico normal. Se gustan, se lo pasan bien en los bares y deciden irse a casa de él a terminar la noche.
En el piso, hablan y se cuentan un poco qué hacen cada uno de ellos con sus vidas. Pepa descubre con agrado que él tiene un trabajo normal pero además es un apasionado de la música y está poniendo en marcha su grupo. A María, le gusta su rollo y eso caldea un poco más el ambiente.
Pasa, lo que tiene que pasar, disfrutan, y llega la hora de decidir si Pepa se queda allí a dormir o si se va a su casa. Él, amablemente le dice que pase allí la noche, pero que por la mañana temprano se tiene que ir a trabajar: “Pero, María, no te preocupes, porque cuando te levantes aquí está el café, aquí la ducha, aquí las toallas limpias, y cuando te parezca bien pues sales y cierras de portazo.”
Así que duerme y cuando se despierta por la mañana efectivamente él ya no está allí. Se levanta normalmente, se prepara un café, coge una toalla, se va al baño y se ducha, se fuma un cigarrillo pensando en lo bien que lo pasó anoche y lo mucho que le gusta ese chico, y decide que tiene que volver a verle porque ha habido chispa, de ahí puede salir algo bonito.
Y como todo el mundo sabe, después del café y el cigarro, viene el momento de baño, tira de la cadena, pero no funciona, está atascado. Coge un cubo, lo llena de agua, lo lanza en el váter, pero nada.
María tiene perro, y sabe bien cómo deshacerse de las deposiciones inoportunas. Busca una bolsa de plástico, mete el brazo hasta el codo, contiene la respiración y agarra al toro por los cuernos. Caza al invitado indeseado, da la vuelta a la bolsa de plástico, y cierra la bolsa. Misión cumplida. Pero no es tonta, y sabe que no puede dejar ESO en la basura así que decide que la tirará ella misma al contenedor cuando baje. Es una mujer eficiente.
Se prepara para irse, se viste y se peina, y justo antes de salir piensa que difícilmente volverá a ver al muchacho si no tiene su número de teléfono ni él el suyo. Así que busca papel y bolígrafo, y le escribe una bonita nota: “Lo he pasado muy bien contigo, me gustaría volver a verte, éste es mi número de teléfono, llámame." Y deja la nota sobre la mesa.
Satisfecha con su prosa, agarra el bolso, sale por la puerta y tal y como él le dijo, pega un portazo al cerrar. El estruendo de la puerta cerrándose detrás de ella le trae a la cabeza un ligero descuido: se ha dejado la bolsa con ESO sobre la mesa. ESO está junto a su nota.
Se quiere morir, así que corre como si no hubiera mañana y deja atrás las escaleras, y el portal y la calle de ese chico que tanto le había gustado. Y no vuelve a saber nada de él… durante un tiempo, porque le gusta el pop y hace poco ha escuchado un nuevo grupo, se llama IZAL y el cantante le es familiar...
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